Todo empezó el día miercoles de esta semana, como los Seminaristas Legionarios se iban de regreso a Italia el jueves, les hicieron una comida especial de despedida que consistía en Shawarmas, para los que no las conocen son unos pan pita que rellenas con carne cortada en pedazos chiquititos y muy condimentados, que metes en la pita con tomates, pepinos, hummus (mucho hummus).
Cada vez que había comido me enfermaba de la guata pero como todos acá dicen que el estómago se demora unos días en acostumbrarse le echaba la culpa a eso, además son muy ricas! Así que comí una y media, ahora me arrepiento de habermelas comido. Además la comida traia postres especial, una especie de pie de limón con jalea con frutas encima, y los invitados además llevaron galletas y dulces muy ricos. En resumen fue una comilona.)
El jueves se fueron los hermanitos legionarios, después de un mes de excavar en Magdala con nosotros. Debo decir que como comenté en un post anterior al principio me daban miedito! o sea, son seminaristas y legionarios, nunca había estado cerca de ninguno de los dos (salvo por Ferrada que es seminarista y es como si fuera un primo más) y de los Legionarios solo había escuchado puras cosas malas en las noticias.
Así que comprenderán que cuando los conocí no tenía muchas expectativas positivas de lo que sería excavar con ellos. Ahora ya se fueron y puedo comentarles que me quedó de su paso por mi vida.
Aprendí mucho de este grupo, son 22 personas súper distintas pero todas buscan lo mismo de la vida, cada uno con sus propias características personales, ser sacerdotes, curas o padres, como quieran llamarlo. Tienen una fuerza interior enorme, pasan varia horas al dia rezando, otras horas en silencio y dejan que el Padre Javier que es su "profesor" les guíe la vida sin chistar! yo no podría! les dicen a que hora hablar, a que hora rezar, a que hora se pueden duchar, comer, etc tienen todo el día planificado y ellos no tienen nada que decir al respecto, insisto yo no podría.
Eso me hace pensar en que realmente tiene que ser una vocación muy fuerte. Yo siempre he dicho que la arqueología es una apostolado y que hay que tener vocación para ella. Los arqueólogos sabemos que el 80% de las personas a las que les contamos que somos arqueólogos nos dicen: uhhhhh que buena yo siempre quise ser arqueólogo! a lo que yo les pregunto: y xq no estudiaste arqueología? y me responden en la mayoría de los casos: no me atreví! o sea, la arqueología es una vocación y un apostolado.
Pero no se compara con la vocación que tiene estos niños, (si, son niños el promedio de edad era de 21 años, tomar esa decisión de vida tan chico sin haber vivido casi nada me parece increíble!) estos niños tardarán como 12 años en ser curitas, están recien empezando su carrera y les queda un montón por delante, y los veo muy motivados. Son sumamente humildes, súper cooperadores, caritativos, amables. A pesar del calor, del polvo, del viento, del cansacio nunca los escuché quejarse de nada, trabajaban felices en su excavación y además les quedaba tiempo y energías para ayudar al resto cuando la tierra está muy dura o los baldes muy pesados.
Debo reconocer que aprendí mucho de ellos, mucho más de lo que ellos pueden haber aprendido de mi o de mis clases de arqueología chilena en la excavación (lo que más les gustaba era que les hablara de las momias Chinchorro). Me cambiaron la visión que tenía de los Legionarios, no me haré Legionaria pero por lo menos puedo decir que conozco a varios y de los buenos.
Uno de los hermanos que durante casi todo el mes me insistía en que yo debería ser consagrada (una especie de monja pero sin hábito y sin estar encerrada), todas las veces le dije que la arqueología era un apostolado que para que quería yo otro? con el paso de los días volvía a insistirme con el tema, al final después de un mes de trabajar como arqueólogo se me acercó y me dijo que yo tenía razón que el ser arqueóloga y hacer mi trabajo de la mejor manera que yo pudiera era una especie de apostolado. Y me dijo que todos los días rezaría por mi y me preguntó si quería que le pidiera a Dios que me diera un marido? (claramente tener 34 años sin pareja le debe haber parecido complejo y que necesitaría la máxima ayuda posible) le contesté que muchas gracias y que solo pidiera porque yo estuviera bien. Así que si después de este viaje me caso, ya sabemos a quien se lo debemos!
Siento de verdad que en este mes gané 22 hermanos y espero que todos lleguen al sacerdocio, aunque como me dijo el Padre Javier varios de ellos dejarán la carrera antes de terminar, pero de seguro algún hermano sacerdote tendré en unos años más.
Gracias Hermanos. Los veo en Gozzano, Italia.
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