20 jul 2011

Jerusalén.... Tierra Santa

Entrar por alguna de las siete puertas que tiene la ciudad vieja de Jerusalén es como cruzar a una dimensión paralela. Mientras fuera de los muros los edificios son modernos, el tranvía pasa puntualmente, la gente camina rápido vestidos con la última moda; adentro de la ciudad vieja se vive a otro ritmo, es como cruzar un portal en el tiempo, las callejuelas son angostas, curvas formando un verdadero laberinto, los sonidos y la gran cantidad de lenguas distintas que se pueden escuchar nos dan cuenta de que estamos entrando en el epicentro de algo grande, incluso los olores son particulares, inciensos, especias y lamentablemente también olores que no son agradables pero que se pueden imaginar si solo piensan en los 40° de temperatura que suele haber en esta época del año.

La ciudad vieja de Jerusalén es el verdadero epicentro de casi todas las religiones, a medida que vamos adentrándonos por las callejuelas nos encontramos con toda clase de personas, cada una con su vestimenta particular, mujeres musulmanas con burkas negras, otras que usan solo el velo, monjitas de la orden de Santa Teresa de Calculta, los humildes Franciscanos con sus sotanas café y sandalias de cuero y judíos vestidos de muchas maneras distintas que lamentablemente no aprendí sus nombres porque nadie me los pudo explicar claramente, pero hay algunos que usan unos sombreros negros muy altos y otros solo la Kipah. Ya se pueden imaginar un poco lo que es entrar por una de las puertas? 
Pero todos estos individuos tan disímiles concuerdan en una cosa, para ellos Jerusalén es sagrado! Es el lugar donde todos peregrinan, donde se encuentran más cerca de su Dios, la Tierra santa.

Para los judíos es el lugar donde se encontraba el templo que fue destruido en varias oportunidades y del que ahora solo queda el muro donde se lamentan por  haberlo perdido (corríjame alguien si me equivoco por favor), para los católicos es el lugar donde surge su religión, Jesús predicó, sufrió, murió, fue enterrado y resucitó entre las calles de la ciudad vieja por la que caminamos y para los musulmanes en la mezquita de la explanada es uno de los lugares hacia donde deben peregrinar al igual que la Meca. En resumen entre estas paredes se encuentra el epicentro de las religiones con más fieles en el mundo y cada una vive su devoción en estos lugares a su modo.

Les cuento un poco para que se hagan una idea…. La ciudad está dividida en cuartos (en orden alfabético), armenio, católico, judío y musulmán, si bien no hay marcas que indiquen que estas pasando de un cuarto a otro se nota inmediatamente! Cambian los olores, cambia la velocidad en que la gente camina, los souvenirs, la comida, los sonidos, todo cambia! 

El cuarto armenio es el más silencioso, menos congestionado, se puede caminar a paso lento y contemplar todos los detalles de la arquitectura y detenerse a tomar fotos o simplemente sentarse en alguna sombra (que son escasas!) y absorber todos los detalles posibles. Al entrar a una iglesia armenia te indican que no se pueden tomar fotografías y que es un lugar de oración y que por lo tanto debes entrar en silencio.



El cuarto católico es un poco más caótico, hay montones de gente que caminan rápido entre las tiendas que ofrecen desde rosarios, cruces, pesebres y hasta botellitas con tierra de Jerusalén, agua del río Jordán y aceite de olivos del famoso monte. Se ven grupos de turistas que son guiados por una persona que levanta un paraguas de un color chillón, otros van guiados por sacerdotes y hasta te puedes encontrar con verdaderos personajes como la Tigresa del Oriente (sí, me encontré con ella en Israel, Israel que bonito es Israel!) este sector de la ciudad es un poco más ruidoso que el cuarto armenio pero claramente más silencio que el musulmán. Hay una cosa que realmente me molestó de los turistas católicos, son irrespetuosos! Se supone que están en los lugares más sagrados para su religión y que es lo que hacen adentro de la iglesia del Santo Sepulcro? Hablar, reírse, gritar! Cero respeto! Si no les interesa no entiendo para que entran, o por último por un mínimo de respeto por la gente que va a rezar y no a tomar fotografías GUARDEN SILENCIO!!

Fui tres veces a la iglesia del Santo Sepulcro, la primera el día que llegué a Jerusalén, mi guía fue mi amiga Marcela que con mucha paciencia nos mostró los puntos más importantes para el catolicismo y obviamente el Santo Sepulcro, esa vez estaba lleno de gente y no pude ver casi nada por el choclón de gente que nos empujaba para poder sacar la foto de los distintos lugares que hay dentro de la iglesia. De verdad que me dio rabia, yo no soy devota ni nada por el estilo, pero me imaginé que al menos este sería un lugar de silencio y meditación. Buscando eso volví al día siguiente a las 6 am, era domingo por lo que los franciscanos estaban ofreciendo misa, me quedé y participé de la misa. Si les interesa ir les recomiendo que hagan lo mismo que yo, a esa hora no había casi nadie, incluso pude entrar al lugar mismo del sepulcro que el día anterior tenía una fila de dos horas de espera. En la mañana temprano es un agrado, como debiera ser siempre, silencioso, tranquilo, respetuoso! O sea, triple hello! (como dice mi sobrina mayor) Es el lugar más sagrado para ustedes mismos, respétenlo!

( Ahora un paréntesis para explicar cómo es la iglesia del Santo Sepulcro, al igual que la ciudad vieja, la iglesia también está dividida en 4 y por lo que vi la convivencia entre los que comparten la iglesia no es tan pacífica como debiera! Los griegos ortodoxos con los que tienen la mayor parte de la iglesia, si no saben reconocer esos sectores les doy una pista… tienen mucho dorado! Cientos de candelabros colgados del techo uno al lado del otro y mucho incienso. Por otro lado están los franciscanos que son mucho más sencillos y que tienen dentro de su “sector” la capilla de María Magdalena, y por último dentro de la iglesia están los coptos que de la piedra del Sepulcro solo tienen una pequeña esquina a la que le hicieron un altar. Esos son las tres corrientes (así se dirá?) que tienen a cargo un área al interior de la iglesia. Por último están los etíopes que no están dentro de la iglesia! En el frontis al lado derecho hay una pequeña puerta que da a la iglesia de ellos, además son dueños de una parte del techo donde viven como en un monasterio. Ah se me olvidaba! La llave de la puerta principal la tiene una familia musulmana! Así que cada día para abrir y cerrar la iglesia debe haber un representante de los cuatro “dueños” del Santo Sepulcro, Griegos ortodoxos, Franciscanos, Coptos y Etíopes. )

El cuarto judío es el más ordenado de todos, y me atrevo a decir que es el más seguro, tienes que pasar por controles con rayos X para entrar al muro de los lamentos, son organizados, si alguna mujer va con un short muy corto o un escote muy pronunciado tienen unas tenidas para prestar, una falda estilo pareo y un pañuelo para que te cubras y puedas entrar. Ahí nadie grita, todos van en silencio al muro a rezar, los hombres al lado izquierdo y las mujeres al derecho, los sábados o shabbat no se pueden sacar fotos y si a alguien se le olvida y toma una foto se acerca un guardia y se lo recuerda. Este es el lugar que uno ha visto donde ponen pequeños papelitos con las peticiones en las rendijas del muro, créanme que no es fácil la tarea de encontrar un espacio donde poner un papelito! Pero lo logré! Puse todos los que me mandaron mis familiares y amigos, pero no puse ninguno mio! Pensé en hacer una presentación en power point y meter una tarjeta SD, pensando en que ya es tiempo de modernizar la cosa! Pero finalmente no puse nada. (pero llevé mi camiseta de la UC! toda ayuda sirve!)

El cuarto musulmán es el más poblado, en total en la ciudad vieja viven 27 mil personas y solo en este cuarto viven 20 mil y se nota! Todas las calles están repletas de gente, frutas, verduras, pescados, souvenirs, niños jugando o vendiendo, etc. Entrar por la puerta de Damasco es una verdadera experiencia surrealista. Caminando por las callejuelas se llega a la explanada de las mezquitas a la que solo puedes entrar durante las horas en que no están rezando, les recuerdo que los musulmanes rezan 5 veces al día! Y que no es posible que se les olvide porque a las horas de rezar se escucha en cada rincón de la ciudad el llamado a rezar que sale por los megáfonos de las muchas mezquitas que hay. Para entrar también hay que usar pantalón o falda larga y cubrirse los hombros. Eso me llamó la atención, yo me puse un pañuelo tapando el escote para entrar pensando que los pechos, boobies o como quieran llamarles debían ser cubiertas sí o sí, sin embargo, con el viento se me corrió el pañuelo y se destapó mi hombro derecho, de forma inmediata se me acercó un guardia y me retó porque estaba mostrando el hombro, al taparlo el escote quedó descubierto pero eso no le importó, lo importante era tapar el hombro! En la explanada hay dos mezquitas una sencilla (por lo que se ve por fuera, ya que los no musulmanes no podemos entrar a las mezquitas) y otra completamente distinta con una cúpula de oro que se ve desde muchas partes de la ciudad nueva de Jerusalén.

Eso es para que se hagan un poco la idea de lo que es caminar por las calles de la ciudad vieja. Después de tres días entrando y saliendo por las distintas puertas puedo decir que logré orientarme sin mirar el mapa, pero les advierto no es fácil el tema de no perderse adentro, y menos fácil es aguantar la tentación de comprar algún recuerdo.

Si están planeando ir, les sugiero un restaurant que está cerca de la iglesia del Santo Sepulcro, en un mercado frente a la iglesia luterana, se los recomiendo porque tiene un comedor en la terraza del piso 3 y pueden disfrutar la vista de la ciudad desde lo alto. Lo único malo es que como los dueños son musulmanes no venden bebidas alcohólicas, tienen cerveza sin alcohol pero puaj! Con una michelada habría sido increíble!

Un dato para los que están pensando en ir, en la puerta de Jaffa cada día sale un tour a pie por la ciudad que es gratis, el guía es un profesor Israelí de historia que sabe mucho y es muy claro en las explicaciones, además de que habla muy bien inglés, su nombre es Ido, es completamente recomendable, dura 3 horas y se recorren los 4 cuartos y los lugares más importantes, al final todos le dimos propinas porque en serio se aprende mucho con él.

Si después de leer esto les da curiosidad o ganas de ir a Jerusalén, anímate! Créeme que vale la pena, es una experiencia de vida más que un viaje de vacaciones.




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