12 ago 2011

La Toscana (léase en tono de suspiro)

No se si han la película “Bajo el Sol de Toscana”? se trata de una mujer divorciada a la que el ex además de engañarla le pide pensión alimenticia y en un intento de cambiar de ambiente se va en un tour de gays (su amiga gay quedó embarazada y se le regaló su cupo) a la Toscana. Cuando viajaba en el bus vio una casa que le gustó y se bajó! Compró la casa y se quedó a vivir ahí (no le contaré el final de la película para que la vea, seguro las mujeres que leen esto ya la han visto).
Bueno me pasó lo mismo! Bueno no lo mismo, no estoy divorciada, no me bajé del bus y no me pude comprar la casa. Pero cuando iba manejando el Fiat 500 que arrendé con mi amiga Jose, por los distintos pueblitos de la Toscana me dieron ganas de bajarme y quedarme a vivir ahí.
Para que se lo imaginen…. Muchos lomajes bajos, con bosques, plantaciones de girasoles, casas antiguas y uno que otro castillo en la cima de las lomas, súmele una temperatura agradable, brisa fresca y obvio unos gelatto (imposible no comer gelattos en cada lugar en que paraba), bueno también italianos guapos, simpáticos y piroperos, que mejor!?
Esta vez alojé en Siena, la vez pasada fue en Florencia extremos sur y norte de la Toscana, todo el sector que está al medio es bellísimo como dicen los italianos.

Partimos por Asis, será porque me llamo Francisca pero San Francisco me llamaba a conocer Asis y menos mal que fui, es un lugar precioso, el pueblo antiguo que está sobre el cerro, el moderno también es lindo pero no tiene ese toque romántico que le dan las callejuelas de piedra y los muros que la rodean. Además los Franciscanos son la congregación que más me gusta, así es como pienso deben ser todos los sacerdotes, con voto de pobreza y humildad, usan el atuendo café con ojotas y un cinto de cordel a la cintura, no reciben más que la colaboración de los turistas para mantener la iglesia donde descansan los restos de su santo patrono. Por eso me dio gusto comprarles a ellos rosarios de regalo y medallitas, no como en el Vaticano hace dos años que sentí que la plata que gasté ahí fue como gastarla en el mall.
Después de Asis, la Jose quería ir a un pueblito llamado Rada in Chiantti, casi no salía en el mapa pero partimos a buscarlo, después de dar vueltas por muchos caminos angostos rodeados por el paisaje que ya les describí llegamos a este pueblito a media tarde, nos bajamos a caminar por sus callejuelas y obviamente a comer helado, ya les dije que es imposible no hacerlo! En heladero era un señor de unos 60 años muy simpático que se puso a conversar con nosotros, le dijimos que éramos de Chile y como la mayoría de los italianos sabía perfectamente donde queda nuestro largo y angosto país, debe ser gracias a Alexis Sánchez. Además de helados la Jose compró Cantuccini unas galletas que me habían nombrado los hermanos en Israel porque le mamá de uno de ellos les hace toneladas y se las lleva al seminario, yo los había probado en Gozzano, no le digan a nadie pero no fui a ver a los hermanos a Gozzano fui para poder comer los Cantuccini! En todo caso los de la pastelería eran buenos pero no se comparan a los de la mamá del hermano Lucca.
Seguimos en búsqueda de San Gimigniano, lugar que hace dos años me había recomendado mi amigo Pedro Pablo y que no había podido ir, esta vez además me lo recomendó mi amiga Marcela que es profe de historia y vivió en Italia, así que no podía dejar de ir.
San Gimigniano es conocido como la ciudad de las 1000 torres, la leyenda cuenta que cada “señor” construyó una torre más grande que la anterior para demostrar su poder. Lamentablemente ya no quedan tantas torres pero es un lindo espectáculo ver bajar el sol en el atardecer entre las torres que aun se mantienen en pie.
De verdad que lejos la mejor idea es arrendar un auto, comprar un mapa de la Toscana y dejarse llevar por donde se sientan más cómodos, ojo eso si con como manejan los italianos! Les recomiendo de todas maneras hacer este recorrido, da lo mismo en que pueblito paren todos tienen algo lindo que ver, calles antiguas para caminar y italianos que mirar (para ser justa con los lectores masculinos también está lleno de italianas guapísimas).
Si además hacen lo mismo que yo y duermen en Siena, si les recomiendo no entrar en auto a la ciudad amurallada, es un laberinto!! Todas las calles son curvas y se angostan cada vez más, de la nada aparece un letrero enano y a 2 metros de altura que dice que la calle es en otro sentido! Yo siempre he tenido buena orientación (deformación profesional, imagínense sino a una arqueóloga sin orientación en el desierto, sería la nueva momia para estudiar de mis colegas) pero la verdad es que en Siena ningún GPS interno sirve, nos dimos vueltas no se cuanto rato y cuando pensábamos que llegábamos a la puerta del muro de la ciudad en la que estaba nuestro hotel, cueck! Estábamos en otro lado completamente distinto. Lo mismo nos pasó caminando pero ahí era más fácil darse la vuelta, aunque el Fiat 500 es tan chico que me daba las vueltas en U perfecto en esas calles angostas.
Bueno, no se asusten con esto Siena es linda! Es más creo que clasifica como destino para ir en pareja, tiene lugares muy románticos para caminar, restaurantes ricos en la plaza con una vista increíble al Duomo, sumamente recomendable para la gente que gusta de caminar por calles de adoquines, olores a café y a pastelitos recién hechos, si eso les gusta traten de salir de la zona del centro turístico para que disfruten de la Siena sin souvenirs.
En resumen, si hay alguien que tenga una casa en la Toscana me ofrezco voluntariamente a ir a cuidársela, ahora si además termino como la protagonista de la película no sería nada de malo!

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