Pero la verdad es que no es sólo el sabor de este helado lo que lo hace sublime, es la historia de cómo llegue hasta él, que se remonta a 7 años y los 2500 kilomentros qué hay de Israel a Italia. Como pueden leer en los posteos del 2011, fui a trabajar de voluntaria a una excavación en Magdala, que ha sido una de las experiencias más lindas que he tenido, no solo por la arqueología, sino por los amigos que hice en ese viaje.
Cuando reviso mi vida siempre termino agradeciendo los amigos que tengo, porque efectivamente me siento como Roberto Carlos porque tengo un millón de amigos. Por ejemplo esos amigos que conocí de forma virtual por twitter y ahora son parte fundamental de mi vida, ahí también conocí a Marcela mi colega mexicana que me invitó a trabajar en Magdala donde conocí a Gabriele hijo del dueño de Avalon, por eso les decía que mi travesía hasta este sabor de helado tiene muchos años y kilomentros.
Lo que me conmovió al probar los helados del padre de Gabriele, es que me recuerdan todas esas historias de amistades que han marcado mi vida, como Javier que me recibió en su casa en Tel Aviv porque una amiga en común le dijo que lo hiciera y sin pensarlo me dejo la llave de su departamento sin conocerme siquiera, o Tim que lo conocí en un bus de Eilat a Jerusalem y llevamos años en contacto, lo recibí cuando viajo a Chile con su novia y ellos tomaron un avión de Ottawa a Halifax solo para verme un par de días, o Fabio que no lo veía hace años y tomó un tren a Milano para pasar conmigo unas horas y Guillaume que desde Paris siempre me manda mis chocolates favoritos porque sabe que no los venden en Chile. Bueno y Gabriele que este verano pasó un día por Santiago y fue cuando lo recibí en mi casa y me contó que su familia tenía una heladería en Bolzano.
En fin, los helados de Avalon son increíbles, el sabor Persia indescriptible y sublime, pero para mí además tiene el sabor del cariño que lo hace inmejorable. Seguiré comiendo helados en Italia (espero que por muchos años más). Pero tengo la certeza de que ya comí el mejor helado del mundo.
Conozco de tu profesionalismo en el estudio del mejor helado, de hecho te acompañe en el periplo catador el año 2016, y el fondante también se transformó en mi constante, continúa disfrutando y compartiendo, pero vuelve
ResponderEliminarMe encanta leer tus historias, me permiten conocer ese mundo que recorres y sentir un poquito tu experiencia: gracias por compartir��
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