26 jul 2016

Bajo el sol de la Toscana y más...



Hace siete años conocí la Toscana y fue amor a primera vista, en realidad fue amor a primera vista con Italia, pero esta región además tiene algo que atrae que va más allá de películas románticas y paisajes de ensueño. Es un lugar al que volvería una y mil veces, corrijo! Es un lugar del cual no me iría.

Todo lo que han visto en las películas es tal cual, miles de pequeñas colinas verdes, con girasoles brillantes saludando al sol, casitas en la punta de las colinas rodeadas de abedules. Pero hay algo que no se refleja en las películas y que solo se dimensional cuando se está aquí... Lo maravilloso de su gente.



Bueno pero primero les contaré cómo llegué a conocer a este grupo de personas tan adorable.... Hace unos meses mis amigos Kike+Aldo, Lulú y Patricio me contaron que pasarían unos días en La Toscana como parte de un viaje que denominé #LunadeMielenPatota Aldo y Kike se casaron en febrero se irán a vivir a México cuando termine esta atípica luna de miel, Lulú es la mamá de Kike que soñaba con conocer París y Patricio su amigo de toda la vida que también estaría revoloteando por Europa en estas fechas. Cuando me contaron de este viaje yo estaba planificando uno a Alemania a ver a una amiga y no me costó nada organizar las fechas para coincidir con los honeymooners en Siena y aquí estamos....

Después de viajar casi 24 en taxi, aviones varios, bus y trenes llegue a Siena. Los honeymooners me esperaban apatotados en la estación con el panorama listo para esa noche (Llegué a las 19:00) partimos a casa de Giovanna italiana originaria de Siena que recibió a Patricio en su casa y congeniaron tan bien que decidieron ser partners de desayunos bailables. En casa de Giovanna organizamos la partida a casa de Giulia y Nicola en la campiña, ellos son un matrimonio Italo-Etíope tienen una familia preciosa Mikele y Romy y además de Fate y Tie, la madre de Giulia  (ya les contaré de ellas). 

Esta familia además de ser adorables tienen como dice Giulia la hospitalidad etíope, su casa está abierta para los amigos siempre, es el punto de reunión de su grupo de amigos y los amigos de sus hijos, y de todo el que ande por aquí y necesite donde quedarse o comer, me acorde de los Valenzuela Moure. 



No sólo nos recibieron a los 5 en su casa, anoche también nos hicieron una cena especial con todos los amigos en común con Aldo que es el que conocía a este grupo y lo más lindo fue que Tie y Fate nos hicieron una ceremonia etíope del café. Un ritual que me dejó alucinada, a 3 metros del suelo, el olor del café a medida que se tostaba, el incienso y la oración de protección que nos dio la madre de Giulia, la disposición de la mesa en el suelo con flores y todos los implementos necesarios y finalmente el café y el pan tradicional que compartimos entre todos, era como estar en otro lugar. 

Ya bastante surrealista es para mí estar en mi lugar de ensueño con mis amigos del alma y además ser recibida con este ritual que despierta mis genes antropológicos, ni sabia si estaba en Siena, Addis Abeba o soñando... Bueno en realidad era todo eso junto. 

Después de la ceremonia venía otra ceremonia, en este caso una romana! Comer hasta quedar reventados!!! Qué manera de comer y que cosas más deliciosas. Giulia y Nicola tienen un restaurante en la plaza de Siena, el Manganelli, (vaya es delicioso y atendido por sus propios dueños) así que se pueden imaginar las delicias que prepararon. Además cada uno de los invitados llegó con su especialidad en la cocina y para qué decir los gelatos (podría alimentarme solo de ellos). Obviamente terminamos bailando como en los domingos dominicales que hacemos con nuestro grupo de amigos en Santiago, qué música? Américo, Chico Trujillo y con los italianos pidiendo que les enseñáramos a mover las caderas como latinos.


Al menos en este viaje no me compré una casa como Bramasole ni encontré al amor de mi vida (que espero sea italiano) pero si encontré un nuevo grupo de amigos, tan diversos y que a pesar de estar en un lugar tan distante, logran que cualquiera se sienta como en casa, eso no se aprende con las películas eso hay que vivirlo y yo tengo la suerte de haberlo vivido.